Por Alfredo Oropeza

A nueve meses de su cierre y seis en obra, el gobierno municipal de Naucalpan presume el avance de los trabajos a medias, realizados en el San Bartolo Naucalpan.

Obras que, en su momento, se anunciaron serían de la mejor calidad y que darían “un nuevo rostro” a la Cabecera Municipal, “por ser el centro de congregación, económico, de abasto y de convivencia familiar del municipio”, aseguraba Patricia Durán, presidenta municipal.

Justificando el cierre de las principales vialidades del Centro de Naucalpan, la demolición del Parque Revolución (actualmente un predio abandonado de terracería y con escombros), el levantamiento de banquetas, calles y avenidas de la localidad, para llevar a cabo obras no previstas –sin proyecto y sin presupuesto, pero si surgidas de la ocurrencia ociosa de la autoridad–, se aseguraba que, en esta ocasión, se realizarían con concreto hidráulico para una mejor calidad, durabilidad y vistosidad.

Incluso, justificando por qué se decidía cerrar y levantar una avenida que tenía apenas dos años de haberse reencarpetado, como la Avenida 16 de Septiembre. Obra que fue entregada e inaugurada el 25 de marzo de 2018.

Hoy sorprende ver una nota periodística, donde el director municipal de obras presume los avances de los trabajos de intervención en Naucalpan Centro, en las que se concluyó la rehabilitación de tres avenidas principales y tres calles secundarias. Las cuales, terminaron siendo sólo un reencarpetado con asfalto, quedando en el mismo estado anterior a su intervención y donde la promesa del concreto hidráulico quedó al aire, nuevamente.

En esta situación, uno se pregunta ¿porqué generar gastos innecesarios, cuando hay obras más urgentes a realizar? Cuando las calles y avenidas del Centro de Naucalpan, que llevan ocho meses cerradas a la vialidad, terminan con las mismas características, que tenían antes de la obra, y un par de ellas no tenían más de dos años de haberse reasfaltado.

¿Por qué estos gobiernos cuatreros se empecinan en caprichos ocurrentes, que mal gastan los recursos públicos? Cuando muchas colonias, pueblos y fraccionamientos del municipio piden a gritos se arreglen sus andadores, calles, callejones, banquetas, escalinatas y espacios comunitarios.

No sólo es el caso exclusivo en la Cabecera municipal, si algo ha estado ausente en este gobierno es la obra pública y, la poca que se realiza, está mal enfocada en obras ociosas y caprichosas, que solo derrochan recursos públicos, como lo es también la ocurrente Universidad Pública Municipal. De la cual, mucho se cacareaba de una inversión de 35 millones de pesos, por parte del gobierno municipal y la participación del gobierno federal con 200 mdp, para que arrancara su primer ciclo académico el segundo semestre del año que concluyó.

Al final, sólo se han aplicado 5 millones de pesos y el proyecto sigue pintando para uno más de los elefantes blancos o universidades patito de 4Ta., en los que se desvanece el dinero público y poco benefician a la comunidad.

Tan pocos los recursos y mucho el derroche en gastos innecesarios. Así, la ocurrencia, la improvisación y el capricho, serán los sellos del paso del gobierno de Patriacia Durán y Morena, en Naucalpan.