Por Alfredo Oropeza

El gobierno de coalición es el que se forma cuando un grupo parlamentario o edilicio no tiene mayoría suficiente para conformar un gobierno, por lo que tiene que pactar con otro u otros partidos, normalmente de ideología política afín, para formar un gobierno conjunto.

Sin duda, los gobiernos de coalición son propios de los sistemas parlamentarios, en los que la formación del gobierno requiere de la confianza del parlamento. En los sistemas presidencialistas, el jefe del gobierno es electo por votación popular y puede ejercer de manera independiente al partido que tenga mayoría en el congreso.

En el caso de Naucalpan, todo apunta a que el siguiente gobierno municipal será integrado por quien encabece la candidatura a la presidencia municipal por la coalición PAN, PRI y PRD.

Por lo que, en el escenario que se augura, el presidente municipal postulado por el PAN, que encabeza la planilla de la coalición, no tendrá la mayoría calificada para integrar el gobierno municipal; ya que, en la formula edilicia con la que será electo, estarán integrados cierto número de regidores del PRI y, por lo menos, uno del PRD.

Lo anterior, nos lleva a proyectar que el siguiente gobierno municipal, al igual que en otros municipios donde se integraron las planillas en coalición, se diseñara en modelo de gobierno de coalición. Donde deberá incluirse propuestas representativas, de los partidos que integran dicha coalición mayoritaria, en el gobierno.

Actualmente, la excepción fueron los gobiernos municipales emanados de la coalición Morena-PT-PES, ya que la ausencia de identidad partidista, el traspaso de candidatos de morena a sus aliados y el peso político del nuevo presidencialismo, encabezado por López Obrador, llevó a la fusión de todos los integrantes de la coalición hacia una sola identidad política: Morena.

En el caso de Naucalpan, aun que la actual presidenta, Patricia Durán, fue postulada por el PT y el cabildo se integró por morenistas, petistas y un regidor del PES, la inercia política nacional obligó a que la integración del gobierno, su identidad y gobernabilidad, se inclinaran hacia la hegemonía morenista.

En el posible escenario de que la próxima elección sea ganada por la coalición PAN-PRI-PRD –dado el gran alcance de mercado electoral que pueden sumar los partidos que la integran y el pésimo desempeño del actual gobierno municipal¬–, quien presida el ayuntamiento deberá practicar el ejercicio del entendimiento, el consenso y la negociación, para poder integrar su gobierno. Así como, para alcanzar la gobernanza necesaria para un optimo desempeño y una gestión exitosa.

Sin duda, será un gran reto para quien encabece el próximo gobierno municipal, pero también un ejercicio de alto nivel de consenso, diplomacia y oficio político, de los partidos que integraran la mayoría en el siguiente ayuntamiento de Naucalpan.
Todo sea por el bienestar de los naucalpenses y por un municipio seguro y ordenado.